Parte de Guerra

29.2.08

29/02 08.00 hs AM
Campo de Batalla: P.A. Facultad de Arquitectura, La Siberia.
Bando Enemigo: Mr. “R”
Primera baja, ni alcanzo a ser baja en realidad porque ni la oportunidad de llegar al frente de batalla tuve. Fue solamente un cachetazo, una bomba que exploto cerca, un culatazo que me dejo medio atontada (mas que de costumbre) por un par de horas hasta que una buena siesta me hizo recuperar fuerzas.
La cosa es que hoy supuestamente rendía Materialidad I, mi karma de primer año y todo por culpa de mi estimado profesor, un personaje con edad para jubilarse. Siempre llega con su pilotito impermeable rengueando y con la infaltable bolsa verde (bien de viejo…) donde aparentemente tiene de todo menos nuestros trabajos. El año paso afortunadamente pero todavía faltaba lo peor, el tan temido examen oral y es que nunca había rendido, siempre zafaba pero la racha se me acabo y me prepare. Rehice laminas, me estudie las diez mil posibilidades que existen para hacer una pared, como se construye un cimiento, cuales son las capas que forman un techo plano e inclinado, cuales son las funciones de las aberturas, el proceso de electroósmosis y el anodizado, etc etc etc. Resumiendo un garrón mi febrero.
A pesar de que se que me había esforzado tenia miedo de ir pero ya estoy acostumbrada a mis inseguridades y teniendo como referencia lo sucedido en diciembre con Física I (cuando parece que el universo se alinea de tal forma de que salgas ganando no importa lo que pase…) junte coraje y a las 8 de la mañana me encontré parada firme frente a la incertidumbre de lo que pudiera pasar. Como siempre “R” (hay que tener cuidado hoy en día… enseguida te mandan a los abogados), “Chiche” para los amigos…, llego tarde, para colmo yo no se si es la edad o que pero debe haber salido mínimo 4 veces para ir al baño y nosotros temblando cada vez que se escuchaba el ruido de la puerta abriéndose.
11 hs aprox. Escucho el tan temido… “STURLAAAAA…”. Entre al salón y en un rincón estaba sentado esperando con un cuaderno en la mano. Sin siquiera decirme hola me mando a que le alcanzara el citado cuaderno a una chica que estaba afuera, obviamente al verme salir tan rápido mis compañeras me miraron con cara rara preguntándome que era lo que había pasado. Solamente alcance a contestarles con una risa nerviosa y corrí a meterme adentro de nuevo. Para que… Fue como entrar a la sala de la tortura, creo que no pasaron mas de 5 minutos pero parecieron una eternidad (en serio lo digo, aunque este algo gastado). “FLOJO” fue el adjetivo que mas uso, nunca lo había escuchado tanto, que faltaban cosas, que había hecho en las consultas, que no había coherencia, que las medidas estaban mal, en fin “IRRECUPERABLE” me parece que encajaba mas, la hubiera hecho mas corta.
Así que ese fue mi primera experiencia con exámenes orales, o mejor dicho pseudo-experiencia porque digamos que falto la parte mas importante, el examen en si. Y a pesar de toda mi histeria previa e inseguridad yo quería rendir, estaba lista y me quede con toda la verborragia constructiva atravesada en la garganta.

And everything under the sun is in tune but the sun is eclipsed by the moon

20.2.08



20 feb (PL) Los argentinos percibirán hoy un eclipse total de Luna que comenzará a ser visible alrededor de las 22:35 hora local, pese a que el horario varía según la región.
El satélite natural de la Tierra ingresará más tarde en el cono de sombra, a partir de las 23:43 hora local, y recién a las 04:00 hora local del jueves habrá salido por completo de la penumbra.
Un eclipse de Luna ocurre cuando ésta pasa por el cono de sombra de la Tierra y ambas están alineadas con el Sol.
Los astrónomos aseguran que el suceso podrá observarse fácilmente con o sin binoculares, pues no representa ningún riesgo para la salud, como ocurre con los eclipses de Sol.
"Será sumamente especial: se verá todo su desarrollo sobre el horizonte, cosa no muy frecuente. No se verá otro eclipse total de Luna hasta el 20 de diciembre de 2010", aseguró Esteban Tablón, coordinador general del Planetario de Buenos Aires.
La página web del Planetario indica que la Luna volverá a protagonizar uno de los fenómenos naturales más espectaculares que podamos ver: un eclipse total, "pues lejos de desaparecer, nuestro satélite quedará bañado por un etéreo color rojizo-anaranjado".
Durante milenios este acontecimiento astronómico fue interpretado por diferentes culturas como la partida, la desaparición y hasta la propia muerte de la Luna (la palabra eclipse viene del griego y significa abandonar), explica Planetario.

Death Knocks


El tema de la muerte es interminable, hay tantas cosas que todavia me quedan por decir al respecto pero vez de agobiarlos de nuevo con mi ensalada de ideas, dejo un dialogo de Woody Allen, al cual el tema tambien parece gustarle.
Aclaracion: Es algo largo pero si andan con tiempo peguenle una leida, esta bueno.

...




Nat: ¿Qué diablos es eso? (Trepando torpemente por la ventana, aparece una figura sombría y con capa. El intruso viste una capucha negra y ropa ajustada al cuerpo también de color negro. La capucha le cubre la cabeza, pero no la cara que es de mediana edad y absolutamente blanca. Resopla sonoramente y luego salta por encima del marco de la ventana y cae en la habitación.)

La Muerte: ¡Dios santo! Casi me rompo el cuello.

Nat (observando perplejo): ¿Quién es usted?

La Muerte: La Muerte.

Nat: ¿Quién?

La Muerte: Escuche... ¿puedo sentarme? Casi me rompo el cuello. Estoy temblando como una hoja.

Nat: ¿Quién es usted?

La Muerte: La Muerte. ¿No tendría un vaso de agua?

Nat: ¿La Muerte? ¿Qué quiere decir... La Muerte?

La Muerte: ¿Qué diablos le pasa? ¿No ve mi traje negro y mi rostro blanco?

Nat: Sí.

La Muerte: ¿Y le parece que puedo ser Pinocho?

Nat: No.

La Muerte: Entonces soy La Muerte. Ahora bien, ¿podría darme un vaso de agua... o una agua tónica?

Nat: Si se trata de una broma...

La Muerte: ¿Qué clase de broma? ¿Tiene cincuenta y siete años? ¿Nat Ackerman? ¿Calle Pacific 118? A menos que me haya equivocado... ¿dónde habré dejado el papel? (Se revisa los bolsillos hasta que saca una tarjeta con una dirección. La verifica.)

Nat: ¿Qué quiere conmigo?

La Muerte: ¿Que qué quiero? ¿Qué le parece que quiero?

Nat: Debe estar bromeando. Estoy en perfecto estado de salud.

La Muerte (sin dejarse impresionar): Uh-uh. (Mira en derredor) Es un hermoso lugar. ¿Lo hizo usted mismo?

Nat: Tuvimos una decoradora, pero yo la ayudé.

La Muerte (mirando una foto en la pared): Me encantan esos chicos de ojos grandes.

Nat: No quiero irme todavía.

La Muerte: ¿Usted no quiere irse? Por favor, no empecemos. No empeore las cosas, la subida me ha mareado.

Nat: ¿Qué subida?

La Muerte: Subí por el tubo del desagüe. Quería hacer una entrada dramática. Vi las ventanas abiertas y pensé que usted estaría despierto leyendo. Imaginé que sería divertido subir y entrar así, por las buenas, ya sabe... (Chasquea los dedos.) Pero me enganché el tacón en una enredadera, se rompió el tubo y me quedé colgado por un pelo. Después, se me rompió la capa. Mire, mejor vámonos de una vez. Ha sido una noche terrible.

Nat: ¿Con que me ha roto, además, el tubo del desagüe?

La Muerte: Roto, roto, no, sólo un poco torcido. ¿No oyó nada? Me pegué un porrazo en el suelo.

Nat: Estaba leyendo.

La Muerte: Entonces debía estar muy concentrado. (Hojea el periódico que leía Nat.) «Colegialas sorprendidas en una orgía de marihuana». ¿Me lo presta?

Nat: Aún no he terminado.

La Muerte: Bueno... no sé cómo decírselo, amigo, pero...

Nat: ¿Por qué no tocó el timbre de abajo?

La Muerte: ¿Y qué si no estoy tratando de explicarle? Podría haberlo hecho, pero ¿qué impresión le habría causado? Así queda más dramático. Pasa algo. ¿Ha leído Fausto?

Nat: ¿Qué?

La Muerte: ¿Y qué habría ocurrido, si estuviese acompañado? Estaría sentado, ahí, con gente importante. Llego yo, La Muerte. ¿Qué le parece mejor? ¿Que toque el timbre o aparezca de pronto? ¿En qué está pensando, hombre?

Nat: Escuche, señor, es muy tarde.

La Muerte: Tiene razón. Bueno, ¿vamos?

Nat: ¿Adónde?

La Muerte: La Muerte. Eso. La Cosa. Los Felices Campos de Caza. (Se mira la rodilla.) ¿Sabe?, es una herida bastante profunda. Mi primer trabajo y puede que me venga una gangrena.

Nat: Espere un minuto. Necesito tiempo. No estoy listo para ir.

La Muerte: Lo lamento mucho. No puedo hacer nada por usted. Me gustaría, pero es la hora.

Nat: ¿Cómo puede ser la hora? ¿Si acabo de asociarme con «Original-Prét-a-porter»?

La Muerte: ¿Qué diferencia hay entre un par de billetes más o un par de billetes menos?

Nat: ¡Claro! A usted, ¿qué le importa? Debe tener todos los gastos pagados.

La Muerte: ¿Quiere venir conmigo ahora?

Nat (estudiándolo): Perdone, pero no puedo creer que sea usted la Muerte.

La Muerte: ¿Por qué? ¿Qué se esperaba... Rock Hudson?

Nat: No, no se trata de eso.

La Muerte: Siento mucho haberle desilusionado, pero, oiga usted...

Nat: No se enfade. No sé; siempre pensé que usted sería... eh... un poco más alto.

La Muerte: Mido un metro setenta. Es normal para mi peso.

Nat: Se parece algo a mí.La Muerte: ¿Ya quién tendría que parecerme? Al fin y al cabo soy su Muerte.

Nat: Déme un poco de tiempo. Un día más.

La Muerte: No puedo, ¿qué quiere que le diga?

Nat: Un día más. Veinticuatro horas.

La Muerte: ¿Para qué las necesita? La radio dijo que mañana llovería.

Nat: ¿No podríamos llegar a algún acuerdo?

La Muerte: ¿Como cuál?

Nat: ¿Juega al ajedrez?

La Muerte: No.

Nat: Una vez vi una foto suya jugando al ajedrez.

La Muerte: No podría ser yo porque no juego al ajedrez. Gin rummy, quizás.

Nat: ¿Juega al gin rummy?

La Muerte: ¿Si juego al rummy? ¿Juega Cruyff al fútbol?

Nat: Es muy bueno ¿eh?

La Muerte: Muy bueno.

Nat: Le diré lo que haré...

La Muerte: No quiera llegar a ningún acuerdo conmigo.

Nat: Le reto al gin rummy. Si gana, me voy en seguida. Si gano, me da un poco más de tiempo. Un poquitín... un día más.

La Muerte: ¿Y quién tiene tiempo para jugar al rummy?

Nat: Vamos, vamos. Dice que es tan bueno...

La Muerte: Aunque me gustaría hacer una partidita...

Nat: Vamos, compórtese como un caballero. Jugamos media hora.

La Muerte: En realidad, no debería...

Nat: Aquí mismo tengo las cartas. No se ahogue en un vaso de agua. Vamos.

La Muerte: De acuerdo, empecemos. Juguemos un poco. Me relajará.

Nat (tomando las cartas, una hoja para anotar, un lápiz): No se arrepentirá.

La Muerte: No me dore la píldora. Vamos a las cartas, déme una agua tónica y algo de picar. ¡Vaya! Aparece un desconocido en su casa y usted no tiene ni patatas fritas para ofrecerle.

Nat: Abajo, hay galletas en un plato.

La Muerte: ¿Galletas? ¿Y si viene el presidente, qué? ¿También le daría galletas?

Nat: Usted no es el presidente.

La Muerte: Dé las cartas. (Nat da y sirve un cinco.)

Nat: ¿Quiere jugar a una décima de centavo para hacerlo más interesante?

La Muerte: ¿No le parece aún lo suficientemente interesante para usted?

Nat: Juego mejor si hay dinero de por medio.

La Muerte: Lo que usted diga, Newt.

Nat: Nat. Nat Ackerman. ¿No sabe mi nombre?

La Muerte: Newt, Nat... ¡tengo tanta jaqueca!

Nat: ¿Quiere ese cinco?

La Muerte: No.

Nat: Entonces, recoja.

La Muerte (mirando sus cartas mientras recoje): Dios santo, aquí no conseguí nada.

Nat: ¿A qué se parece?

La Muerte: ¿A qué se parece qué? (A lo largo de la siguiente conversación, cogen y abren cartas)Nat: La Muerte.

La Muerte: ¿Cómo tendría que ser? Usted abrió allí.

Nat: ¿Hay algo después?

La Muerte: Aaahh, se está guardando los dos.

Nat: Le estoy preguntando. ¿Hay algo después?

La Muerte (con aire ausente): Ya verá.

Nat: Ah, entonces, ¿voy a ver algo?

La Muerte: Pues, quizás no tendría que habérselo dicho de ese modo. Descarte.

Nat: No suelta usted prenda, ¿eh?

La Muerte: Estoy jugando a las cartas.

Nat: Pues bien, juegue.

La Muerte: Mientras tanto, le estoy regalando una carta tras otra.

Nat: No mire el pozo.

La Muerte: No estoy mirando. Lo estoy poniendo recto. ¿Cuál fue la carta para cerrar?

Nat: ¿Ya está listo para cerrar?

La Muerte: ¿Quién le dijo que estaba listo para cerrar? Lo único que pregunté es con qué carta se cierra.

Nat: Y lo único que yo pregunto es si debo esperar algo para después.

La Muerte: Juegue.

Nat: ¿No puede decirme nada? ¿Adónde vamos?

La Muerte: ¿Nosotros? Para decirle la verdad, usted tropezará en un montón de pliegues en el suelo y se caerá.

Nat: ¡Oh, no quiero verlo! ¿Me va a doler?

La Muerte: Un par de segundos. ¿Qué tal con cuatro puntos?

Nat: ¿Cierra y se va?

La Muerte: ¿Son buenos cuatro puntos?

Nat: No, yo tengo dos.

La Muerte: Está bromeando.

Nat: No, usted pierde.

La Muerte: ¡Dios santo! Y pensar que creía estar guardando los seis.

Nat: No, su turno. Veinte puntos y dos cajas. Dé. (La Muerte da las cartas) Debo caerme al suelo, ¿eh? ¿No puedo estar de pie sobre el sofá cuando suceda?

La Muerte: No, juegue.

Nat: ¿Por qué no?

La Muerte: ¡Porque todo el mundo se cae al suelo! Déjeme en paz. Estoy tratando de concentrarme.

Nat: ¿Por qué tiene que ser al suelo? ¡Es lo único que digo! ¿Por qué demonios no puedo estar al lado de un sofá cuando suceda?

La Muerte: Haré lo que pueda. ¿Quiere jugar, sí o no?

Nat: De eso estoy hablando. Usted me recuerda a Moe Leftkowitz. Tozudo como una mula.

La Muerte: ¿Que le recuerdo a Moe Lefkowitz? ¡Soy una de las figuras más terroríficas que pueda imaginarse y al señor le recuerdo a Moe Leftkowitz! ¿Quién es? ¿Un peletero?

Nat: Ya le gustaría ser ese peletero. Hace ochenta mil dólares al año. Fabricante de pasamanos. Tiene su propia fábrica. Dos puntos.

La Muerte: ¿Qué?

Nat: Dos puntos. Voy. ¿Qué tiene?

La Muerte: Tengo una mano como el resultado de un partido de baloncesto.

Nat: Y son espadas.

La Muerte: ¡Si no hablara tanto! (Vuelven a dar y siguen el juego.)

Nat: ¿Qué quiso decir cuando dijo que era su primer trabajo?

La Muerte: ¿Qué le parece?

Nat: ¿Quería decirme acaso... que antes de mí no ha muerto nadie?

La Muerte: Por supuesto que sí. Pero yo no los llevé.

Nat: Entonces, ¿quién lo hizo?

La Muerte: Los otros.

Nat: ¿Hay otros?

La Muerte: Claro. Cada uno tiene su forma personal de irse.

Nat: No lo sabía.

La Muerte: ¿Por qué habría de saberlo? ¿Quién se cree que es al fin y al cabo?

Nat: ¿Qué pretende decir con eso de quién me creo que soy? ¿Acaso soy un Don Nadie?

La Muerte: Nadie no. Es un confeccionista de prét-á-porter. ¿De dónde va a sacar un conocimiento de los misterios eternos?

Nat: ¿De qué está hablando? Yo gano mucha plata. Envié mis dos chicos a la universidad. Uno está en publicidad, el otro se casó. Tengo casa propia. Llevo un Chrysler. Mi mujer tiene lo que se le antoja. Criadas, abrigo de visón, vacaciones. En este momento está en Edén Roe. Cincuenta dólares al día sólo porque quiere estar cerca de su hermana. Tengo que reunirme con ella la semana que viene, entonces, ¿qué piensa que soy? ¿Un tipo de la calle?

La Muerte: Está bien. No sea tan quisquilloso.

Nat: ¿Quién es quisquilloso?

La Muerte: Yo también podría enfadarme porque me ha insultado.

Nat: ¿Quién le ha insultado?

La Muerte: ¿No dijo que lo había desilusionado?

Nat: ¿Qué espera? ¿Pretende que tire la casa por la ventana?

La Muerte: No estoy hablando de eso. Quiero decir, yo personalmente, que soy demasiado bajo, que soy eso, que soy lo otro.

Nat: Dije que se parecía a mí. Es como un reflejo.

La Muerte: OK, está bien, corte, corte. (Continúan jugando mientras sube el volumen de la música y se van apagando las luces hasta la oscuridad total. Las luces vuelven a encenderse lentamente; ha pasado el tiempo y se ha terminado la partida. Nat anota los puntajes.)

Nat: Sesenta y ocho... ciento cincuenta... Bueno, ha perdido.

La Muerte (mirando, abatido, los naipes): Sabía que no debía haber tirado ese nueve. ¡Mierda!Nat: Entonces, le veo mañana.

La Muerte: ¿Qué significa eso de que me ve mañana?

Nat: Me gané un día extra. Ahora déjeme.

La Muerte: ¿Habla en serio?

Nat: Un trato es un trato.

La Muerte: Sí, pero...

Nat: No me venga con «peros». Gané veinticuatro horas. Vuelva mañana.

La Muerte: No sabía que jugábamos por tiempo.

Nat: Lo siento mucho. Tendría que prestar más atención.

La Muerte: ¿Y ahora qué voy a hacer durante veinticuatro horas?

Nat: A mí, ¿qué me importa? El asunto es que le gané un día extra.

La Muerte: ¿Qué quiere que haga... que camine por las calles?

Nat: Métase en un hotel, váyase al cine. Tome un baño de vapor. ¡No haga de eso un asunto de Estado!

La Muerte: A lo mejor se ha equivocado al contar.

Nat: No sólo no me he equivocado, sino que me debe, además, veintiocho dólares.

La Muerte: ¿Qué?Nat: Así es, amigo. Aquí está, léalo.

La Muerte (revisándose los bolsillos): Tengo sólo unas cuantas monedas, pero no veintiocho dólares.

Nat: Le acepto un cheque.

La Muerte: ¿Un cheque? ¿En qué cuenta?

Nat: ¡Si todos mis clientes fueran como usted!

La Muerte: Ponga un pleito, demándeme, haga lo que quiera. ¿Cómo voy a tener yo una cuenta corriente?

Nat: Muy bien, muy bien. Déme lo que tenga y quedamos en paz.

La Muerte: Escuche, necesito este dinero.

Nat: ¿Por qué va a necesitar dinero la Muerte? Cuénteselo a su tía.

La Muerte: No haga bromitas. Está a punto de ir al Más Allá.

Nat: ¿Y qué?

La Muerte: ¿Cómo, y qué? ¿Sabe lo lejos que está?

Nat: ¿Y qué?

La Muerte: Y la gasolina ¿qué? ¿Y el peaje?

Nat: ¿Con que vamos en coche?

La Muerte: Ya verá. (Agitado) Mire, vuelvo mañana y me da otra oportunidad para recuperar mi pasta, ¿eh? De lo contrario, tendré problemas.

Nat: Como quiera. Es muy posible que gane una semana extra o un mes. Quizá, un año... Del modo que juega...

La Muerte: Mientras tanto, me he quedado sin un peso.

Nat: ¡Hasta mañana!

La Muerte (empujado hacia la puerta): ¿Dónde hay un buen hotel? ¿Qué hablo de hoteles si no tengo un céntimo? Iré a sentarme en una confitería. (Recoge el «News».)

Nat: Eh, deje eso. Es mi diario. (Se lo saca)

La Muerte (yéndose): ¡Y pensar que pude agarrarlo y llevármelo sin problemas! ¿Por qué me dejé enrollar con el rummy?

Nat (llamándole): Y tenga cuidado al bajar. ¡En uno de los escalones, la alfombra está suelta! (Y, al instante, se oye un gran estruendo y el sonido de alguien que cae. Nat suspira, luego se dirige a la mesita de noche y hace una llamada telefónica.)

Nat: ¿Hola, Moe? Yo. Escucha, no sé si alguien me ha hecho una broma o qué, pero la Muerte acaba de estar aquí. Jugamos un poco al rummy... No, la Muerte. En persona. O alguien que afirma ser la Muerte. Pero, Moe, ¡es el rey de los huevones!

Woody Allen

PD: Era largo pero valio la pena, no?

Mistery Train

19.2.08


Me encontré por esas casualidades que se suceden en Internet, con una encuesta: “¿Qué harías si supieras que vas a morir en un mes?”. Mas allá de solo consistía en un montón de preguntas sumamente relativas, muy difíciles de responder con un Sí o un No, rescato el hecho de que me hizo pensar en si en el supuesto caso de que mañana se apareciese una persona en mi puerta ofreciéndome la posibilidad de saber cuando me “toca”, aceptaría o le cerraría la puerta en la cara.

Estoy segura que alguna vez te lo preguntaron, es típico tema pelotudo que surge en esas charlas que no tienen hilo con amigos. Igual de común es la respuesta negativa que se le da. ¿Pero si lo pensamos dos veces? Soy sincera cuando digo que empiezo a dudar.

Cuantas veces dejamos de hacer algo, nos guardamos palabras, dejamos pasar oportunidades confiando en que la vida nos va a dar otra chance. ¿Que tal si no? La vida es algo tan efímero. No creo en planes divinos, el destino es simplemente algo que se forja día a día con acciones humanas, de nada sirve sentarse en casa a esperar. Entonces, si me dieran un plazo, supongamos tres meses, que mejor oportunidad para sacar provecho de cada minuto que respiro.

No me refiero con eso a cosas tales como: mataría a mi vecino y tiraria su equipo de musica por el balcon en venganza por años sin dormir; hacer un trío o tirarme de un paracaídas. Pensaba mejor en cosas mas simples aunque suene re trillado: demostrar cuanto quiero a mis amigos y familiares (cosa que no soy muy buena haciendo); usar esa pollera verde loro que no me animo a usar en publico pero que adoro, solo para darme el gusto; ir a un karaoke y lastimar los tímpanos de medio publico con mi súper falsete repasando “Grandes Éxitos de los Bee Gees”.

No se, esas son algunas cosas que se me ocurren ahora pero en el momento seguramente me agarraría un ataque de locura maquinando como mierda hacer tantas cosas en tan poco tiempo. Me retracto, mejor elijo no saber, algún día me voy a morir no hay duda de eso, a menos que la ciencia logre un elixir mágico o me haga congelar como Disney. Ninguna de las dos opciones me tienta por el momento, prefiero intentar algo más natural y dejar las cosas en manos de la sabia madre. Por eso PROPONGO (con mayúscula, me encanta dejar moraleja…) hagamos un esfuercito por crecer cada día, no nos guardemos las cosas (algunas sí, por solidaridad con el resto) y arriesguémonos un poco total al fin y al cabo todos tenemos el mismo ticket sin regreso.

Derecho al Delirio

16.2.08

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar.
El derecho de soñar no figura en los 30 derechos humanos que fueron proclamados, pero si no fuera por él, y por el agua que dá de beber, los demás derechos morirían de sed.
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible: el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas.
La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de la estupidez, que comenten quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta o como juega el niño sin saber que juega.
En ningún país irán presos los muchachos que se niegan a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero.
Nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra.
La comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión. La educación no será un privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda. Una mujer negra será presidente en Brasil y otra mujer negra será presidenta de los Estados Unidos, una mujer india gobernará Guatemala y otra Perú. En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaran a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
La Iglesia dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios "Amarás a la naturaleza de la que formas parte"; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido, sin que importe ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
Eduardo Galeano (de "Patas Arriba: La Escuela del Mundo al Revés")

La liberación femenina: un trato poco justo

13.2.08



Digamos que no nos salio del todo bien, por aunque ahora tenemos mas derechos las obligaciones siguen siendo las de siempre o incluso mas. Sino díganme, en la mayoría de las casas argentinas(por lo menos en la mía es así) la que dirige comidas, limpieza y cuidado de los chicos sigue siendo ni mas ni menos que la mujer, con alguna que otra intervención muy casual del hombre. Para colmo, nunca faltan las quejas por parte de ellos, tales como: “¿Cuándo venis? Mira que tenemos hambre…” Señores míos, existe algo llamado cocina que requiere mínimos conocimientos para su utilización, basta con tomar un paquete de tallarines de la alacena y una latita de esas de etiqueta roja con los tomatitos (alabadas las conservas) para tener en menos de 15 minutos un plato mas que decente en la mesa. Sino se atreven a tanto, también esta la opción de abrir el freezer, de seguro allí encontraran varias opciones aptas para el consumo humano. Grave error aunque común: festejarles cuando hacen una centésima parte de la rutina femenina. Como si a nosotras nos aplaudieran cada vez que lavamos los platos…

Lo que si merece merito es el hecho de que afortunadamente hemos dejado de lado casi completamente concepto de mujer-objeto. Si tomamos por ejemplo uno de los 10 Mandamientos, “No desearas a la mujer de tu prójimo” podemos ver el lugar que ocupaba el sexo femenino en tiempos de Moisés, era equivalente a un esclavo más, al burro o la casa, una propiedad cuya función era asegurar la perpetuación del apellido. Suena anticuado pero así y todo, todavía existen “machos” que catalogan a la mujer entre sus activos y que llegan a usar la violencia para su sometimiento.

Esos son algunos casos, tampoco vamos a generalizar, lo que si se ve seguido es a algún que otro Adán quejándose a los cuatro vientos proclamando que la liberación femenina lo único que hizo fue hacer que las mujeres compitan con el otro genero, que arruinaron a la institución del matrimonio, que queriendo cambiar ha perdido sus virtudes… Muchachos, los únicos que perdieron algo acá fueron ustedes, porque ya no tienen a la esclava que esta todo el día en casa esperando su llegada.

Con esto no quiero dar a entender que estamos negando el lugar de madre y compañera que se nos ha dado en la sociedad desde sus comienzos, evidentemente hay ciertas actividades para las cuales somos mas aptas tanto física como psíquicamente, al igual que para ellos también las hay, el trato sería encontrar un punto de equilibro. Yo cedo un poco, vos cedes otro poco y felices para siempre (o no…).

Seguimos con la Campaña

12.2.08

Para todos los resentidos les tengo una pagina: http://www.odiosanvalentin.com/ (Gracias Fran por el link). Muy buena la pagina, hay desde remeras para que a nadie le quede duda de tu odio, tests: uno por si tenes alguna duda de tu posicion respecto a la fecha y otro de rock que me dio como resultado que deseo una muerte violenta para el petiso alado... Otra cosa muy recomendable, las postales! Ideales para mandar el 13/02, aca les dejo una muestra. Besitos y muerte al petiso alado!


I ask you to be my Anti-Valentine

11.2.08





A unos días del 14/02 declaro mi negación a sumarme a toda la parafernalia de San Valentín (más allá del pequeño detalle de que no tengo con quien…). Entre que ya existe un día para hacerme sentir mal, tenían que adoptar otro, que encima es importado. Y todo con un fin consumista, para que todos se desesperen viendo como comprar corazoncitos de chocolate, afrontar cenas con menúes “afrodisíacos” y llegar a fin de mes. Déjense de joder, por mas trillado que este, el amor no es algo que se festeje un día en el año, se demuestra todos los días, no globos o rosas sino con pequeños detalles. El 14 de febrero termina siendo más una obligación que una celebración.

Esta fiesta tuvo origen en la Roma Antigua, con algunos tintes cristianos. San Valentín era un señor que habría servido como cura en un templo durante el reino de Claudio III cuando el Emperador decidió que los hombres jóvenes debían todos ser soldados, y prohibió el matrimonio, por lo que casaba a las parejas en secreto en catacumbas. Pero llegó un momento en que apresaron a Valentín y lo llevaron ante el emperador. Éste vio que Valentín era un hombre de una gran convicción y con una voluntad firme. Claudio intentó persuadir a Valentín una y otra vez para que renunciase al cristianismo y sirviese al imperio y a los dioses romanos. A cambio de ello, Claudio estaba dispuesto a perdonarle y a convertirle en uno de sus aliados. Pero Valentín se aferró a su fe y no renunció a Cristo. Debido a ello, el emperador le sentenció a una ejecución en tres partes: primero le pegarían una paliza, luego lo apedrearían y, finalmente, lo decapitarían. Valentín murió el 14 de febrero del año 270 DC. En cada 14 de febrero, el día de San Valentín, mensajes de afecto, amor y devoción son intercambiados en el mundo. Desde 1969, el 14 de febrero fue señalado como día de fiesta cuando el calendario católico romano dedicó esa fecha para recordar al santo cristiano martirizado por el emperador romano Claudio II.

Viendo la historia así, todo suena muy lindo y romántico pero la verdad es que como siempre, el comercio se aprovecha y fomentan el consumismo en estas fiestas como en tantas otras. Joel (Jim Carrey) de Eternal sunshine of the spotless mind dice en la película que San Valentín que era un invento de los fabricantes de tarjetas, no podía estar mas de acuerdo. Termina pareciendo en algunos casos que cuanto más gastes más demostras tu amor por la otra persona. Obviamente que eso esta lejos de ser cierto, así que lo que les propongo para los –CENSURADO--, digo las “felices” parejitas que pueden celebrar esta fecha, si a pesar de lo expuesto anteriormente aún tienen ganas de ser parte de esto, mejor rebélense y den algo que tenga algún significado para los dos, si se las ingenian con las manualidades no hay nada mas tierno que el regalo hecho con las propias manos, aunque chorree pegamento y no sirva para nada o sino simplemente compartan una cena intima, y sobretodo, no se olviden de expresar eso que sienten las 8.760 hs del año, en este caso 8.784.

Inauguración Oficial (Esperando los helechos)

9.2.08




Empiezo así este blog, que no tiene ningún tema en particular, no va dirigido a nadie en especial (si alguien llegase a interesarse sería todo un logro...), no busca cambiar el mundo, ni siquiera la web. El único propósito es desatar libremente la incontinencia verbal que tengo guardada dentro de hace un tiempo, esperemos que no se convierta en crónica. Los invito a que dejen sus comentarios y opiniones (por poco que me importen...) y espero que me acompañen en esta verborragia.



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