Antes que nada quiero aclarar que no soy fan de Queen, ojo: me gusta mucho Queen pero creo que hay una gran diferencia ambas posturas. Pero más allá de ese pequeño detalle técnico, cuando me entere que venia parte de la banda a Argentina me sentí en la necesidad simplemente como amante de la buena música de estar ahí sin importar quien fuese la voz principal, porque es innegable la influencia que han tenido y lo que han logrado.
Mucho mejor hubiese sido poder estar en ese mismo lugar o en el estadio de Rosario Central allá por el ’81 pero lamentablemente la madre natura no me lo permitió. Así que esta era la oportunidad para todos nosotros, sub 30, de vivir aunque sea un pedacito de esa clase de magia.
Después de algunas vueltas para comprar la entrada finalmente llego el 21 de noviembre y tras un viaje que se extendió más de lo esperado (odio Buenos Aires con toda mi alma!) llegamos a Vélez haciendo la típica entrada triunfal al campo a las corridas. Sorprendió algo la poca gente que había en ese momento pero a medida que la noche fue cayendo los espacios libres se fueron cubriendo hasta prácticamente copar el estadio.
Ese mismo publico fue de lo más variado, había desde señoras que bien podrían haber sido mi abuela, familias completas, adolescentes Glam y algún que otro, no se si intencional o no, clon de Freddie.
El set list de Queen+PR fue igual de variado, con un balance entre temas clásicos, otros del disco nuevo y algunos de Bad Company y Free, lo cual me pareció bastante acertado justamente para evitar, como dijo el Sr. Taylor en entrevista con la Rolling Stone, convertirse en una banda tributo de sí mismos.
Como era de esperarse los picos del show vinieron acompañados de imágenes de Freddie, se produjo una mezcla de emoción y tristeza que movió al público de una manera impresionante. Arrancarme una lagrima a mí es tarea casi imposible, pero May casi lo logra con Bijou y Love of my Life, bajo la atenta mirada de Mercury desde la pantalla. En esos momentos se notaba el vacío que no llenó Rodgers. Sin embargo, quede conforme con su actuación, el tipo se mantuvo en la raya y a diferencia de lo que se dijo en muchos medios no me pareció que en ningún momento haya tratado de imitar a Freddie ya sea a nivel vocal o escénico, eso sí hubiese sido patético.
Otros highlights de la noche: los solos de Brian y Roger. No me importa que digan que los maratones de solos de guitarra o batería pasaron la moda, lo cierto es que los tipos la rompieron! Estos “dinosaurios” del rock se la re bancan y se llevaron todos nuestros aplausos. Por ese tipo de cosas es que justamente no me quería perder este recital.
En resumen, todo el show fue súper emocionante, la energía que emanaba del publico era contagiosa, la música excelente con un sonido acorde. Fueron las dos horas y media más cortas de mi vida y al mismo tiempo las más agotadoras porque cantamos, bailamos, gritamos y saltamos como nunca, una experiencia que para fanáticos y no tanto fue inolvidable.
Yapa: esta noche 22.30 hs en CQC pasan a may, Taylor y a Macri y el video de cuando canto We will rock you jajajaja
