There's a light that never goes out

14.12.09

“This is the story of boy meets girl… This is not a love story, this is a story about love”
Así empieza 500 days of summer, una historia de amor algo agridulce pero que resulta ser una reflexión hermosa en mi opinión, acerca del amor y el destino.
Básicamente la historia es esta: Tom conoce a Summer, empiezan a salir, él se enamora de ella, ella no de él no. El problema es que Tom cree en que el amor es una especie de fuerza cósmica que se da una sola vez en la vida, mientras que por el otro lado, Summer es una total descreída del amor.
Son 500 días de enamoramiento, encuentros, música, pajaritos, surrealismo, obsesión, separación, lagrimas, recriminación, todo a gran velocidad y con saltos de atrás a adelante y viceversa acompañados por un soundtrack genial (sí, soy una loca por las bandas de sonido). El resultado es un caleidoscopio sobre las relaciones y la naturaleza humana, con la ironía justa y el clima ideal.
Lo más lindo de todo es que aunque el final ya esta anunciado desde el principio y no es exactamente “feliz”, al menos no dentro de los parámetros típicos de comedia romántica, salís del cine con una sonrisa. Porque el amor no siempre es fácil y llevadero, a veces ni siquiera es para siempre. La clave esta en dejarse llevar un poco, ya sea por la vida, el destino o lo que más te guste; siempre hay más por delante, solamente hay que darle una oportunidad.

The Virgin Suicides

13.10.09


A los árboles les gusta el aire y el cielo,

mi hermana la mala me tira del pelo.


Empezamos a enterarnos de su vida, llegando a recordar cosas que no habíamos vivido.Supimos lo que era ser una chica, y como el serlo te hacia soñar y saber que colores combinaban bien.Supimos que las chicas eran mujeres disfrazadas que entendían el amor e incluso la muerte y que nuestro trabajo era hacer el ruido que las fascinaba.Lo sabían todo sobre nosotros, y nosotros, nada sobre ellas…

Por fin, las piezas del puzzle fueron recuperadas; pero, sin importar cuánto lo intentáramos, siempre quedaban preguntas sin responder. Un extraño vacío (…) detrás no dejaron la vida, sino la más trivial de las realidades. Un reloj de pared que atrasa, una habitación oscura a mediodía, la tragedia de una persona que sólo es capaz de pensar en sí misma.

Tratamos de olvidarlas, pero obviamente fue imposible. (…)

En el fondo no importaba que fueran adolescentes, ni que fueran chicas. Lo único que contaba era que las amábamos. ¿No nos oyeron llamarlas? ahora ya nunca podrán escucharnos, encerradas en habitaciones donde estarán solas para siempre, donde no las encontraremos más que en nuestros recuerdos.

Loca de mierda

17.9.09

Viste cuando no queres ver a X persona, evitas lugares comunes, caminar cuadras de más solamente para no pasar al frente de un bar donde una vez lo viste, cambias tus horarios para no cruzarte en el camino de vuelta a casa. Bueno yo (aunque nunca llegue a los extremos anteriores) tengo tan pero tan mala suerte que lo más probable es que todo esfuerzo sea en vano.
Así fue masomenos lo que me pasó. Era domingo, el viento me había dejado el pelo como un nido de pájaros y como había salido a las corridas, manoteé el primer abrigo que encontré: una campera ENORME de mi viejo. Ya se pueden dar una idea de lo que era yo.
Entré a la panadería, sin molestarme por acomodarme las mechas que se me cruzaban para todos lados y ví a una persona agachada sobre las bandejas de facturas a mi costado. No llegue (ni necesite) verlo mucho, los jeans gastados… esas zapatillas…el sweater rayado… fueron más que suficientes para paralizarme en la puerta como si me hubiesen hecho unos bloques de cemento en los pies y estuviese esperando que me tiren al fondo del río.
La vendedora, que me miraba con curiosidad desde el mostrador. Se pensó seguro que era medio retardada porque estuve un par de minutos tratando de aclararme la cabeza para acordarme qué era lo que hacía ahí.
Sin mirar directamente o como dirían los libros, por el rabillo del ojo, ví que se incorporaba y acercaba hacia la balanza que tenía justo al frente mío. Mientras, después de preguntar dos veces cuanto era, yo intentaba disimular el temblor de mis manos y sacar la plata del maldito bolsillo del jean. En realidad, lo único que quería era salir corriendo de ahí y no volver nunca más a ese lugar horrible.
Como me demoré bastante, la vendedora ya cansada de mí, se volvió hacia él. Se me hizo un nudo en el estomago, no pude respirar por un instante esperando la respuesta. Y ahí fue cuando una voz totalmente desconocida contestó.
El dicho es cierto, fue como si el alma me volviera al cuerpo. Incluso casi me largo a reír aunque me sentí estúpida como pocas veces. De todas formas y por si las dudas, me apuré a pagar y salí disparada del local. Definitivamente, me faltan 5 para el peso… y nunca más voy a volver a esa panadería.

A Primera Vista

5.9.09


Cuando no tenía nada deseé
Cuando todo era ausencia esperé
Cuando tuve frío temblé
Cuando tuve coraje llamé
Cuando llegó carta la abrí
Cuando escuché a Prince (Salif Keita) bailé
Cuando el ojo brilló entendí
Cuando me crecieron alas volé
Cuando me llamó allá fui
Cuando me di cuenta estaba ahí
Cuando te encontré me perdí
En cuanto te vi me enamoré
Pedro Aznar


Aplastamiento de las gotas

1.9.09


Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Julio Cortazar

Como me hubiera gustado estar ahí

22.8.09

Allá por agosto de 1969, unas 400.000 personas (algunos dicen que incluso llegaron a ser medio millón) se reunieron en el poblado de Bethel, Nueva York para ser parte del mayor festival de música y arte de la historia.
Ayer, 40 años después, el programa de televisión Portaestudio, revivió este momento de la historia del rock en una noche con música en vivo, proyecciones y la participación del periodista especializado Alfredo Rosso. “Como no pudimos estar ahí, intentamos revivir la esencia de un festival que nos hubiera gustado filmar”.
“Nosotros no teníamos nada”, empieza Rosso haciendo referencia a la inexistencia de medios tecnológicos como Internet, la televisión con alcance internacional y los dvds. Por eso también el festival resulto tener tanta repercusión gracias a la película/documental que se hizo de esos tres días y que fue proyectada durante meses en los cines argentinos.
El Festival congregó grandes artistas de la época y confirmó a algunos desconocidos que en poco tiempo se convirtieron en verdaderas estrellas como es el caso de Joe Cocker y Santana. Los grandes conciertos del festival estuvieron protagonizados por The Who, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Bob Dylan y Blood, entre otros.
Para hacer más cercana la experiencia de Woodstock, dos músicos rosarinos, Juani y El Berna arrancaron tocando Freedom de Richie Heavens. Los siguieron con un cover de Canned Heat, Popono y los Vándalos; Leo Garcia y un loquito de pelos parados que no se sabia la letra de With a little help from my friends (igual hicieron una version “interesante”), los Broken Toys tocando la sarcástica “canción de Vietnam” de Country Joe & the Fish y last but not least Coki Debernardi (Coki seguí así! No cantes más tus temas!!! Dedícate a los covers que por lo menos así afinas un poco) con My Generation by The Who.
La despedida fue dejada en manos del talentoso Sr. Jimi Hendrix con un show dramático, que alcanzó su pico cuando hizo su versión del himno de los Estados Unidos imitando con su guitarra el sonido de las bombas cayendo sobre Vietnam.
Con excelente música, una charla en manos de un evidente conocedor y una conducción, que aunque tal vez mediocre, logro mantener el hilo, el evento logro su cometido exceptuando tal vez una pequeña contradicción a los ideales del festival (correcta en mi opinión de todas maneras) cuando se obligo a retirarse a uno de los asistentes por expresar su opinión (totalmente disparatada y fuera de lugar, en un tono poco apropiado) acerca del peinado de algunos de los músicos. Pero la sensación final fue otra, y es que el legado de Woodstock (más allá de Vietnam, los pelos largos y el acido) sigue presente, por lo menos entre los que estuvimos ahí.


De yapa: les dejo un videito a tono de Claudio Kleiman, redactor de la revista Rolling Stone Argentina.


Stranger than Fiction

20.8.09

Generalmente no comento sobre películas, nunca fue ese el propósito de este blog pero volví a ver esta película después de mucho tiempo, me gusto mucho (antes también pero ahora no sé, tal vez me llego más) y bueno, aquí estamos.
Una breve sinopsis: Will Ferrel es un tipo gris que trabaja haciendo auditorias y que vive conforme con su rutina aburrida. Básicamente toda la película se desarrolla sobre como su vida cambia cuando empieza a escuchar a una mujer que va narrando su historia (Emma Thompson) y descubre que es protagonista de una novela con un final anticipado, todos los personajes de esta autora mueren.
No quiero adelantar más pero en mi opinión la historia es perfecta y esta excelentemente contada. Tiene la particularidad de generar muchas cosas en el espectador, tanto así que es muy difícil encasillarla dentro de un genero, pasa de momentos graciosos a momentos tensos y trágicos cada rato pero de forma natural y orgánica.
Las actuaciones también dan gusto. No me sorprendieron Emma Thompson o Dustin Hoffman pero sí Will Ferrel. Muy lejos de lo que usualmente hace (tal vez no tanto de su papel en Melinda Melinda) el papel le va justo y supo manejar ese vaivén entre comedia y drama de manera satisfactoria.
Su director, Marc Forster (Finding Neverland, Stay –Que todavía no entiendo…-, Monster’s Ball) también logra algo totalmente distinto a sus trabajos anteriores. La dirección artística y los encuadres están muy cuidados, con lo que Forster despliega una serie de planos compuestos de forma muy estética y limpia, muy actual, casi publicitaria, pero que no se pone por encima de la narración con una banda sonido que acompaña, emociona pero no satura.
En fin, a mi me encantó, no quiero crear expectativas muy altas pero yo ya la incluyo entre mis preferidas. Una historia original, bien escrita, inteligente, con buenas actuaciones, todo lo que le puedo pedir a una película.

“Hay algo muy poético en entender el lugar de uno en el mundo y el significado de la vida, pero es más dramático cuando tal entendimiento sucede justo al final”

Pop goes my heart

14.8.09


“Nosotros amamos las días de sol, las plantas, los Rolling Stones, las medias blancas, rosas, plateadas, a Sony y Cher, a Rita Tushingam y a Bob Dylan. Las pieles, Saint Laurent y el young savage look, las canciones de moda, el campo, el celeste y el rosa, las camisas a rayas, que nos saquen fotos, los pelos, Alicia en el País de las Maravillas, los cuerpos tostados, las gorras de color, las caras empolvadas y los finales felices, el mar, bailar, las revistas, el cine y la cebellina”

Manifiesto de 1966
Delia Cancela y Pablo Mesejenan

Moonwalking

24.7.09


No, no tiene nada que ver con el difunto M.J. y se que ya pasaron unos dias, pero recien hoy me cruce con esta nota de la revista VIVA y me parecio digna de ser publicada. (Como bonus, lo que hubiese sido en mi opinion en soundtrack ideal para Armstrong, Collins y Aldrin, y por ultimo algo de Ray Bradbury).


Estuvieron... ¿Volverán?

Geroge Muller habla ahora con una voz débil, casi inaudible, del otro lado del teléfono. Pero, hace 40 años, su personalidad tenaz hizo posible realizar en tiempo y forma el desafío más grande que se había propuesto Estados Unidos hasta el momento: llevar el hombre a la luna y traerlo de regreso antes de 1970. era 1961. la Unión Soviética venía adelantadose siempre un paso a Estados Unidos en el espacio, con el primer satélite y el primer hombre en orbita. ¿Tendría la NASA la capacidad tecnológica como para emprender este reto que emanaba directamente de las noveles de Julio Verne? John Kennedy no lo sabía exactamente, pero entendió que un triunfo en el cosmos de traduciría en una demostración de superioridad del sistema capitalista por encima del comunista. Entonces, fueron reclutados los mejores cerebros disponibles. Y allí estaban Mr. Mueller, nuestro viejito, quien se iba a convertir en el jefe del programa Apolo.
“Había dudas de lo que pudiéramos hacer”, dice Mueller con ese cortes acento sureño, que a los 91 todavía conserva intacto. “Pero era el desafío que el país necesitaba en ese momento”, rememora.
Y vaya si fue un desafío. En el programa Apolo se invirtieron miles de millones de dólares –el 4%del PBI nacional- y trabajaron 400 mil personas. Los planes espaciales capturaron el corazón de Estados Unidos y del mundo entero, catapultando la imaginación colectiva hacia fronteras inexploradas. Después de la Luna, vendría Marte, las bases permanentes en otros mundos…La lista parecía imparable. Pero cuando, finalmente, el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong puso su pie en la superficie lunar (diciendo su famosa frase: “Un pequeño paso para un hombre, un salto gigante para la humanidad”), el hermoso planeta azul que se asomaba por encima del horizonte de cráteres había cambiado sustancialmente. Kennedy había sido asesinado, a guerra de Vietnam se había carcomido la presidencia de Lyndon Johnson, la lucha por los derechos civiles aún hervía. Y a Richard Nixon, que le tocó el honor de presidir el alunizaje, el espacio pareció un lugar intrascendente para la confrontación con la URSS, y le quitó todo el oxígeno al programa espacial.
“Ya tendríamos que tener una colonia en la Luna y que estar viajando a Marte –cuenta Mueller-. Fue una pena que abandonáramos estos planes, porque gastamos tanta plata, energía y creatividad de tanta gente para producir esto. El Apolo fue un gran paso adelante. Pero los políticos decidieron que tenían que gastar la plata en otras cosas. La decisión de cancelar el programa fue de Nixon y fue meramente política. “El mundo hubiera sido sustancialmente diferente si se hubiera continuado con el programa espacial”, señala Mueller. Pero lo dice sin rencor.
Hubo seis misiones lunares, la ultima en 1972. Y 40 años después de la del Apolo XI, la NASA festeja este trascendente aniversario en su momento de mayor perplejidad. Después de haber vencido a los soviéticos en el objetivo lunar, Estados Unidos dependerá desde 2010 de los rusos para poder ir a la Estación Espacial Internacional, porque para entonces se debería retirar definitivamente la flota de viejos transbordadores.
Un año después del desastre de Columbia, ocurrido en 2003, George W. Bush, anunció una nueva generación de viajes a la Luna para 2020. los planes incluirían erigir allí un puesto permanente y futuras misiones tripuladas a Marte. Pero en ese momento no había un sistema financiero colapsado y la recesión profunda, como hoy. Obama, a quien le interesa más el cambio climático que los planetas del Sistema Solar, le ordeno a una comisión de diez ilustres revisar la política espacial: recién en agosto los consejeros darán a conocer sus recomendaciones. Obama incluso redujo el presupuesto a la NASA. Una cosa parece segura, sin embargo: esta ya no será una carrera contra un país, sino una misión internacional. Aunque la India haya mandado el año pasado una sonda a la Luna, y los chinos cada vez se acerquen más.


Cuenta regresiva
El 16 de julio de 1969 era una mañana calidad en Cabo Cañaveral. El Apolo XI estaba en la rampa, ya con la cuenta regresiva andando. John Logsdon –desde entonces uno de los mayores expertos en política espacial de los Estados Unidos- observaba los acontecimientos desde la cabina destinada a la prensa. La excitación se apoderaba del ambiente. Y, en eso, se encendieron los motores. “El sistema de lanzamiento del Saturno V (el cohete que llevó a la misión) fue una experiencia majestuosa. Tenía combustible liquido, por lo que despegó muy lentamente y produjo un sonido de muy baja frecuencia que se podía sentir con el cuerpo”, recuerda ahora. “Sabíamos que estábamos presenciando la historia. Era como estar en España cuando Colón salió a cruzar el océano. Estabas viendo algo que iba a ser recordado para siempre”, agrega en una entrevista.
La Luna queda a una distancia de sólo tres días de viaje desde la Tierra. La Navidad de 1968, el Apolo VIII dio vueltas a su alrededor, mientras sus astronautas leían el Génesis de la Biblia, lo que se transmitió en vivo y en directo a una audiencia palpitante en nuestro planeta. Esta misión podría haber descendido, pero la verdad es que el módulo lunar no estaba listo para la fecha de lanzamiento, por lo que se decidió mutar el objetivo de bajar a la superficie por el de la orbita. Con la fecha límite de 1970 pendiéndole del cuello a los ingenieros, el programa Apolo tuvo que desarrollarse rápidamente apelando a una gran imaginación y creatividad. El proyecto comenzó con tropiezos. El Apolo I se incendió en la rampa de despegue y sus tres astronautas murieron. Hubo que volver a diseñar todos los sistemas, lo que demando tres años y mucho dinero. Mueller fue el que convenció a la NASA de probar todos los módulos al mismo tiempo, en vez de hacerlos por parte, lo que aceleró los tiempos y la confianza.
El programa Apolo XI consistía en un cohete (el Saturno V), un modulo para tres ocupantes (llamado Columbia) y un modulo lunar (el Eagle), que fue el único que descendió. Mientras Michael Collins se quedo dando vueltas alrededor del cuerpo celeste, Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin bajaron. Fue una maniobra que erizó los nervios de todos. A ultimo momento, la computadora se sobrecargo y empezó a dar instrucciones equivocadas. El Eagle llego con apenas treinta segundos remanentes de combustible. Cuando Armstrong anunció, por fin, que la nave se había depositado en el Mar de la tranquilidad, todo el mundo contenía la respiración en la misión de control, en Houston. Allí estaba Mueller. Ahora recuerda: “Nos estábamos poniendo azules”. ¿Ustedes creen que lloró de la emoción? “No”, responde y su voz lánguida se vuelve tajante: “¿Por qué habría de llorar?”.

El día después
Y ¿Qué se aprendió? En primer lugar, que se puede ir a la Luna, contesta Mueller. “una de las lecciones más importantes que se sacó es que podemos hacer volar a un vehiculo desde que lo armamos en una sola pieza. Esa es una lección que todavía resuena hoy. Aprender a construir estas cosas fue un tremendo paso adelante”, cuenta. ¿Y sobre ciencia? “Que la Luna era originalmente de la Tierra, que fue creada por una colisión tremenda con otro cuerpo celeste”, vuelve a responder el ingeniero.
Pero la ciencia nunca fue la parte prioritaria del programa Apolo, señala por su lado, Logsdon. El es un miembro del Consejo Asesor de la NASA, primer historiador espacial y profesor de la George Washington University. “Este fue un acto competitivo de la Guerra Fría. Punto”, dice. “Kennedy nunca lo justificó en términos científicos. Siempre habló de liderazgo, algo que una gran nación tenia que hacer, explorar una nueva frontera. Y una vez que le ganamos a los rusos no había ninguna razón política para seguir avanzando”, agrega.
Lo que causa infinita pena a la gente de esa era dorada del espacio es que se haya dejado toda ese ingeniería del programa Apolo de lado. “Hubiéramos podido llegar a Marte si hubiéramos seguido volando el Saturno V”, asegura Logsdon. Ahora la tienen que volver a aprender para futuras misiones.
La NASA acaba de mandar dos sondas a la Luna, una que hará un mapa completo de su terreno y otra que explorará si hay agua en sus polos. Obama, tendrá que decidir si, en el futuro, se harán misiones cortas o estancias más largas. Por ahora, todo está en la luna de Valencia, mientras los lobbies de la gran industria hacen tronar a sus contactos políticos para obtener los beneficios de los contratos para diseñar y construir la nueva generación de cohetes. Cuando se le pregunta a un vocero de la NASA por los excitantes planes del programa Constellation, como se llama este nuevo proyecto espacial, balbucea como si uno le hablara de extraterrestres. En fin. Los tiempos que corren no son como los de hace cuatro décadas. ¿se imaginan hoy invertir tanto dinero en pos de un proyecto político como lo hizo Kennedy en los `60? “Hemos gastado más plata tratando de arreglar la economía, los bancos y las automotrices. Si quisiéramos volver a la Luna, podríamos hacerlo”, señala Logsdon. “Somos un país rico. Lo nuestro es cómo gastar la plata, no si tenemos la plata”.
¿Y vale la pena? “Sí. Es un destino que queda cerca. Dejamos de ir a la Luna después de seis misiones, ninguna de las cuales hizo una ciencia muy elaborada. Hay mucha ciencia en la Luna y desde la Luna que la comunidad científica está interesada en hacer”, respondo Logsdon.
Houston, estamos a la espera. ¿Hay alguien ahí?


Martina Aisen- Revista Viva 05/07/2009



"Cuando alunizamos por primera vez (...) me pidieron que participara en “El Show de David Frost”. Acepté lleno de entusiasmo, porque quería explicar que el significado de los viajes espaciales era la posible inmortalidad de la humanidad. Sin embargo, David Frost se lo tomó todo a la risa y yo me retiré del show. A las 20.30, hora de Londres, alunizamos. Al alba del día siguiente Neil Armstrong emergió de la nave para dejar la huella de su pisada en el suelo lunar. Tras haber huido del programa de David Frost a medianoche, crucé toda Londres para realizar un programa vía satélite con Walter Cronkite, quien me permitió hablar sobre las verdades que yo sentía inherentes a nuestra escapada fuera de la tierra. Me quede levantado, estuve en una docena de shows, lloré de alegría toda la noche, porque era la noche más importante de toda mi vida, y para todas las personas de la Tierra. Y a eso de las nueve de la mañana, regresé cruzando Londres a pie, totalmente agotado pero totalmente feliz. Frente a mi hotel, vi un pequeño diario formato tabloide que tenia un titular que rezaba: “NEIL ARMSTRONG CAMINA ALAS SEIS A.M. … BRADBURY CAMINA A MEDIANOCHE”.


Fragmento de "Predecir el pasado, recordar el futuro"

Carmensita-Devendra Banhart (latin bollywood?)

10.7.09

Yo todavia no se que pensar al respecto... Me dejo sin palabras ja. Y sí, la del video es Natalie Portman que por ese entonces estaba saliendo con este señor (cortesía de Rial Producciones).