18.6.08
Aclaración: los hechos narrados a continuación no son producto del consumo de ningún tipo de estupefaciente, son, simplemente, fantasías salidas de la cabeza de una señorita algo inestable.
Hoy me pasó algo muy raro, iba viajando en el 101 como casi todos los días luego de un extenuante lunes de Análisis Proyectual y Geometría Descriptiva, cuando sin querer queriendo me quede dormida profundamente a pesar de un molesto chirrido que producía mi asiento con el movimiento del colectivo.
Cuando abrí los ojos me di cuenta que me había pasado, tanto así que no reconocía donde estaba. Busque alrededor y solamente encontré, un par de asientos más adelante, un conejo gigante vestido elegantemente de saco y chaleco con un reloj de bolsillo que no paraba de ojear de forma nerviosa. Con algo de desconfianza le pregunte donde estábamos.
De repente, el colectivo paro abruptamente. El Sr. Conejo, todo apurado, salio corriendo ignorando mi pregunta y dejándome sin otra salida más que bajar del vehiculo y aventurarme en aquellos barrios desconocidos.
En la esquina me esperaba un gran cartel que anunciaba la llegada al “País de las Maravillas”. No había nada reconocible alrededor, las personas, si es que así se las podía denominar, eran sumamente raras. También los objetos eran de otro mundo: todo, desde los picaportes hasta las teteras parecían sacados de una mente perturbada.
En un costado había una oruga gigante de color púrpura fumando un narguile con aire de importancia al tiempo que largaba aros de humo que se enredaban en mi pelo. Una lagartija corría desesperada de lado a lado gritando que había visto un gigante, a lo que nadie se inmutaba. Una señora de considerable tamaño, con una corona en la cabeza, daba ordenes y sacudía a su pobre marido que solo alcanzaba a mirarla asustado mientras amenazaba con cortarle la cabeza a todos. También se escuchaba una acalorada discusión acerca de el No Cumpleaños (¿?) entre un loquito de sombrero y una liebre que tomaban el te, lo cual, considerando que eran las 5 de la tarde, me tentó aunque hubiese preferido un mate.
Cuando ya estaba por unirme a ellos salió de la nada un colectivo violeta a rayas, que visto de frente parecía llevar pintada la cara de un gato sonriente. Todos los que estaban a mi alrededor se alborotaron y sin darme siquiera oportunidad de replica fui arrastrada dentro del curioso transporte.
A pesar del los gritos, el humo y los golpes al suelo que daba cada tanto la señora gorda, me quede nuevamente dormida y cuando desperté estaba recorriendo afortunadamente calles familiares. No quedaban rastros de mis extraños acompañantes.
Próxima a bajarme, me acerque a la puerta trasera donde una nena de aproximadamente 13 años esperaba.
- ¿Bajas en el próxima? Le pregunte.
- No se, ¿podes decirme por favor que camino tengo que seguir para salir de acá?
- Depende de a donde quieras ir.
- No importa donde.
- Entonces tampoco importa que camino tomes, todos te van a llevar a alguna parte.
Pareció que mi respuesta la dejo más tranquila y antes de que la perdiera de vista completamente alcance a escuchar algo como: Gracias. Por cierto, soy Alicia.
Cuando abrí los ojos me di cuenta que me había pasado, tanto así que no reconocía donde estaba. Busque alrededor y solamente encontré, un par de asientos más adelante, un conejo gigante vestido elegantemente de saco y chaleco con un reloj de bolsillo que no paraba de ojear de forma nerviosa. Con algo de desconfianza le pregunte donde estábamos.
De repente, el colectivo paro abruptamente. El Sr. Conejo, todo apurado, salio corriendo ignorando mi pregunta y dejándome sin otra salida más que bajar del vehiculo y aventurarme en aquellos barrios desconocidos.
En la esquina me esperaba un gran cartel que anunciaba la llegada al “País de las Maravillas”. No había nada reconocible alrededor, las personas, si es que así se las podía denominar, eran sumamente raras. También los objetos eran de otro mundo: todo, desde los picaportes hasta las teteras parecían sacados de una mente perturbada.
En un costado había una oruga gigante de color púrpura fumando un narguile con aire de importancia al tiempo que largaba aros de humo que se enredaban en mi pelo. Una lagartija corría desesperada de lado a lado gritando que había visto un gigante, a lo que nadie se inmutaba. Una señora de considerable tamaño, con una corona en la cabeza, daba ordenes y sacudía a su pobre marido que solo alcanzaba a mirarla asustado mientras amenazaba con cortarle la cabeza a todos. También se escuchaba una acalorada discusión acerca de el No Cumpleaños (¿?) entre un loquito de sombrero y una liebre que tomaban el te, lo cual, considerando que eran las 5 de la tarde, me tentó aunque hubiese preferido un mate.
Cuando ya estaba por unirme a ellos salió de la nada un colectivo violeta a rayas, que visto de frente parecía llevar pintada la cara de un gato sonriente. Todos los que estaban a mi alrededor se alborotaron y sin darme siquiera oportunidad de replica fui arrastrada dentro del curioso transporte.
A pesar del los gritos, el humo y los golpes al suelo que daba cada tanto la señora gorda, me quede nuevamente dormida y cuando desperté estaba recorriendo afortunadamente calles familiares. No quedaban rastros de mis extraños acompañantes.
Próxima a bajarme, me acerque a la puerta trasera donde una nena de aproximadamente 13 años esperaba.
- ¿Bajas en el próxima? Le pregunte.
- No se, ¿podes decirme por favor que camino tengo que seguir para salir de acá?
- Depende de a donde quieras ir.
- No importa donde.
- Entonces tampoco importa que camino tomes, todos te van a llevar a alguna parte.
Pareció que mi respuesta la dejo más tranquila y antes de que la perdiera de vista completamente alcance a escuchar algo como: Gracias. Por cierto, soy Alicia.
4 Complicidades Verborrágicas:
No me extraña nada, pero nada, teniendo en cuenta que primero es lunes y a continuación lo de "Análisis Proyectual y Geometría Descriptiva" con semejante coctail todo lo que cuentas es lógica pura.
un saludo.
Por suerte cuando duermo en el bondi yendo al laburo me pongo el despertador para no pasarme!
Alice, Alice... WHO THE FUCK IS ALICE!!??
Jojojo.. como la canción.
Despues soy yo el que tiene que aflojarle al faso.
Ah! por cierto--- feliz no cumpleaños!
tanto "pinoccio" como "alicia en el país de las maravillas" fueron harto deformados por Disney. Lo ideal sería leer los libros y que los chicos los lean para que entiendan un mensaje que en esencia es distinto al de las películas.
http://bandadelocos.blogspot.com
Cuendo emiten la pelicula pinoccio de Disney Collodi se retuerze en su tumba...
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