14.12.09
“This is the story of boy meets girl… This is not a love story, this is a story about love”
Así empieza 500 days of summer, una historia de amor algo agridulce pero que resulta ser una reflexión hermosa en mi opinión, acerca del amor y el destino.
Básicamente la historia es esta: Tom conoce a Summer, empiezan a salir, él se enamora de ella, ella no de él no. El problema es que Tom cree en que el amor es una especie de fuerza cósmica que se da una sola vez en la vida, mientras que por el otro lado, Summer es una total descreída del amor.
Son 500 días de enamoramiento, encuentros, música, pajaritos, surrealismo, obsesión, separación, lagrimas, recriminación, todo a gran velocidad y con saltos de atrás a adelante y viceversa acompañados por un soundtrack genial (sí, soy una loca por las bandas de sonido). El resultado es un caleidoscopio sobre las relaciones y la naturaleza humana, con la ironía justa y el clima ideal.
Lo más lindo de todo es que aunque el final ya esta anunciado desde el principio y no es exactamente “feliz”, al menos no dentro de los parámetros típicos de comedia romántica, salís del cine con una sonrisa. Porque el amor no siempre es fácil y llevadero, a veces ni siquiera es para siempre. La clave esta en dejarse llevar un poco, ya sea por la vida, el destino o lo que más te guste; siempre hay más por delante, solamente hay que darle una oportunidad.