4.5.09
Una simple advertencia para los que quieren empezar la carrera, un recordatorio para quienes ya la cursan y un “no hablen al pedo” para los que siempre te dicen: “Vos sabes que me hubiese encantado estudiar arquitectura!”… Y es que a través de los años te vas dando cuenta de ciertas cosas y esta bueno compartirlas ya sea para entendernos un poquito más o por lo menos para no sentirnos tan solos los que estamos en la misma.
Primero que nada, todos soñamos con ser el próximo Le Corbusier o Mies van der Rohe y pos de ese objetivo nos matamos pensando en proyectos originales, innovadores… al pedo. Esos proyectos no tienen futuro, al menos no en el aula, no pasan de la primera corrección y es más probable encontrarlos meses después materializados en algún lugar de la barranca con la firma de un docente. Mejor seguí con las cajitas de zapatos que así llegas tranqui a sexto.
Punto aparte, no te asustes si empezas a sentir un afecto especial por tus estilógrafos o escuadras. Es normal eso del fetichismo de los materiales de trabajo en arquitectura, conozco gente que ya hasta le puso nombre a la multiuso (bueno, casi…).
Volvamos al aula, siempre (como pasa también en la vida) va a haber alguien con un proyecto mejor, una maqueta más prolija o paneles más lindos, es la ley de la vida. Cuando eso pase, no te has el superado y mires para el costado, observa con atención y roba ideas! Posta, total los mismos docentes lo hacen y te incentivan a hacerlo pero le dicen “análisis de referentes”. Ja! Háceme reír…
Y ahora lo que todos estaban esperando… no eso no, malpensados…la computadora! A mi también me encanta trabajar con la compu e incluso a veces me pongo a pensar en las generaciones pasadas de arquitectos y me da lastima imaginármelos al frente de un tablero días para que casi terminando se les caiga una gotita de mate o café encima de la lamina, casi puedo escuchar las puteadas. Pero lo cierto es que el Autocad también tiene sus trampas, nosotras tenemos la teoría de que esta configurado para hacer colapsar a los estudiantes horas antes de la entrega trabándose y sumado a eso, escondiedo las copias de seguridad en el lugar más recóndito del maldito disco rígido.
Otro enemigo al acecho: el aparentemente inocente Mouse. Y es que quien va a sospechar de algo tan chiquito y sencillo pero después de pasar varias horas Mouse en mano, ya casi parece una extensión del propio brazo zaz! Tendinitis. Yo ya estoy sacando turno al traumatólogo. A eso súmenle la visita al oculista porque parece los ópticos tienen convenio con los que hacen los PowerPoints de los teóricos para que hagan la letra lo mas chiquita e inentendible que se pueda y aparte turno al kinesiólogo para que me reacomode la espalda.
Con esto no quiero decir que la carrera sea una bosta, tiene muchas cosas positivas pero ahora no se me ocurre ninguna, no después de haber pasado días armando una entrega. Mientras yo tarareo mentalmente: positivaaaa, esta todo muy bien o esta todo como el 0rth0!
Primero que nada, todos soñamos con ser el próximo Le Corbusier o Mies van der Rohe y pos de ese objetivo nos matamos pensando en proyectos originales, innovadores… al pedo. Esos proyectos no tienen futuro, al menos no en el aula, no pasan de la primera corrección y es más probable encontrarlos meses después materializados en algún lugar de la barranca con la firma de un docente. Mejor seguí con las cajitas de zapatos que así llegas tranqui a sexto.
Punto aparte, no te asustes si empezas a sentir un afecto especial por tus estilógrafos o escuadras. Es normal eso del fetichismo de los materiales de trabajo en arquitectura, conozco gente que ya hasta le puso nombre a la multiuso (bueno, casi…).
Volvamos al aula, siempre (como pasa también en la vida) va a haber alguien con un proyecto mejor, una maqueta más prolija o paneles más lindos, es la ley de la vida. Cuando eso pase, no te has el superado y mires para el costado, observa con atención y roba ideas! Posta, total los mismos docentes lo hacen y te incentivan a hacerlo pero le dicen “análisis de referentes”. Ja! Háceme reír…
Y ahora lo que todos estaban esperando… no eso no, malpensados…la computadora! A mi también me encanta trabajar con la compu e incluso a veces me pongo a pensar en las generaciones pasadas de arquitectos y me da lastima imaginármelos al frente de un tablero días para que casi terminando se les caiga una gotita de mate o café encima de la lamina, casi puedo escuchar las puteadas. Pero lo cierto es que el Autocad también tiene sus trampas, nosotras tenemos la teoría de que esta configurado para hacer colapsar a los estudiantes horas antes de la entrega trabándose y sumado a eso, escondiedo las copias de seguridad en el lugar más recóndito del maldito disco rígido.
Otro enemigo al acecho: el aparentemente inocente Mouse. Y es que quien va a sospechar de algo tan chiquito y sencillo pero después de pasar varias horas Mouse en mano, ya casi parece una extensión del propio brazo zaz! Tendinitis. Yo ya estoy sacando turno al traumatólogo. A eso súmenle la visita al oculista porque parece los ópticos tienen convenio con los que hacen los PowerPoints de los teóricos para que hagan la letra lo mas chiquita e inentendible que se pueda y aparte turno al kinesiólogo para que me reacomode la espalda.
Con esto no quiero decir que la carrera sea una bosta, tiene muchas cosas positivas pero ahora no se me ocurre ninguna, no después de haber pasado días armando una entrega. Mientras yo tarareo mentalmente: positivaaaa, esta todo muy bien o esta todo como el 0rth0!
Santo devoto, Le Corbusier (Así quedamos, como de otro planeta...)